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Jesús Alberto, 15-06-15
Día 1
He ido de España a Washington y me han recogido en un avión;
después, nos han puesto en un ferry y, ahora, yo, Jesús Arias Recio, estoy en
Mundo Jurásico.
Le he dado de comer a un dinosaurio; la comida se saca de
unas máquinas donde pone: “1 euro, comida de dinosaurio”.
3000 euros me habían dado para comprar una tienda pero
decidí invertirlos viniendo aquí.
A las 5 A. M., empieza el festín del masasaurio. Yo me he
comprado un chubasquero. Lo ponen muy pronto, además, me ha refrescado el agua
la cabeza. También he visto el aviaris y le he hecho una foto a un
pterodáctilo.
Mañana, mi padre me ha prometido ir a ver al t-rex. Espero
que sea mejor que el masasaurio.
Día 2
He visto al t-rex en su hábitat natural. Una pasada. También
me he comprado un traje de explorador. Tiene una placa con mi nombre puesto en
ella. Me quedé con agua en el cogote… y ¡quería mássss!
Volví al hotel, cogí mi raptor pan y entré en el acuario a
ver otra vez al masasaurio, ¡comiéndose una orca! Y pensé ¿cómo hacen estas
cosas? Entonces dejé el raptor pan, protegí el mapa y descubrí un edificio en
el que había un laboratorio de genética. Después de visitarlo, me entró hambre
y fui a un restaurante antes de irme a dormir.
Mi padre pidió champiñones con aceite de teranodon, mi madre
ensalada de festín de adrosaurio y, por último, yo comí lo más grande que
había, hamburguesa Idóminus Rex.
Día 3
Hoy es mi último día en el parque y lo voy a aprovechar a “tooooopeeeeeee”.
Primero, fui y me llevé algo con lo que no me marchase de
allí sin conseguirlo; me compré una gorra de souvenir para tener un recuerdo
genial de esa aventura. Me queda mucho por ver.
Me he bañado en el parque acuático y, después de un chapuzón
mañanero, ya estaba despierto del todo. Tengo que visitar el territorio del
indóminus rex. Lo he visto y casi tiro mis ojos a la basura para no volver a
ver nada igual.
Después, fui a que me dieran unas clases de adiestramiento
de raptor. Me quedaban 2 horas antes de iniciar el regreso a España y he ido a
ver el simulador de una hora del ptifanteronodón. Casi me salta de la pantalla
de lo real que parecía.
Me quedaba otra hora y no podía desaprovecharla. Entonces,
me dio un rayo de luz en la cara, de forma metafórica. No había asistido al
espectáculo de despedida que hace el velociraptor y el indóminus rex
conjuntamente. Lo vi. Sin comentarios.
Volví a España y entre el primer y segundo trimestres logré
ahorrar 2000 euros. Cuando pasó el tercer trimestre logré tener 3201 euros. Eso
me da para volver este verano. Entonces, cogí mi ordenador y puse:
“¿Cuánto te ha gustado? M… M… M… M… M… M… Como un t-rex. Es
una pasada y este año tengo 3201 euros para volver.
Jesús Arias Recio.”
Bueno, hasta que
acabe el cole y pueda volver; ahora ya no puedo seguir escribiendo en este
diario, así que… ¡hasta el próximo diario! Y:
MUCHOS
DINOBESOS
(Transcripción adaptada del texto original)
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Reverso del manuscrito original de
Jesús Arias Recio
|
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