sábado, 17 de enero de 2015

Cuento de pastores


 


Jesús, 16-01-15




Hace    mucho  tiempo, un pastor que se llamaba Pelayo, vivía con su esposa María en una cabaña en el monte.

Un día, unos lobos atacaron su rebaño y él dijo:  “¡Si no me doy prisa me comen el rebaño entero!”
Entonces, gritó:  “¡María, calienta agua!”

Luego, cuando regresaron los lobos le quemó la espalda al jefe de la manada  que se marchó aullando con su manada.




Pasaron los años y un día, siendo Pelayo ya  un viejo,  vio  a un lobo con ojos rojos.
- ¡De esta no me salva ni la Virgen María! –pensó.

Entonces recordó lo que había hecho hacía años y dijo:  “¡María, calienta agua!”

Al oír eso el lobo salió corriendo otra vez con la manada y la mujer, que estaba con sus hijos, Pinín  y María Jr., le preguntó:
- ¿Cómo lo has ahuyentado?

-¿Recuerdas al lobo? ¿Al que le quemamos la espalda? –replicó. - Era ese.
                                                            Fin
                                     (O, no.)



 

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