Álvaro Batista, 10-12-14
Érase una vez, unas ovejas de un
señor del pueblo que tenía 4 ovejas
y una era un bebé; no sabía nada. Le
dijeron los padres: “No te muevas de aquí que vamos a por comida”.
La oveja había
visto una rana y se fue detrás de ella. La oveja la siguió cada vez más
lejos. Cuando se dio cuenta, estaba arriba del todo en la montaña y empezó a llorar.
Cuando vinieron los padres no había nadie y los padres preocupados empezaron a buscar a su hijita. Empezó a nevar bastaste y la oveja, muerta de frío, se refugió bajo un arbusto escondida.
Pasó el vecino de los padres y la vio tirada en el arbusto. El vecino la montó en el
camión y la llevó a su casita. Cuando los padres la vieron se pusieron muy
contentos y le dijeron que muchísimas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario