Saúl, 18-12-14
Una vez, un niño quería ir a un parque de
atracciones pero sus padres no le dejaban porque estaba castigado. El niño,
aburrido en su habitación en el piso superior de su casa, cogió una cuerda que tenía y como había poca altura desde su ventana al
suelo, la utilizó para bajar por la ventana.
Yendo al parque de atracciones, se encontró a un señor
muy extraño que le secuestro; el niño estaba muy asustado y, de repente, sonó
su móvil; lo cogió y vio en la pantalla un mensaje de su padre preguntándole que
dónde estaba. Se lo dijo por el móvil. Entonces el padre llegó allí, lo rescató
y lo llevó a casa. El padre estaba muy alegre por haberlo encontrado y, al
mismo tiempo, enfadado porque no le obedeció.
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