miércoles, 11 de marzo de 2015

El francotirador


 


  Pelayo, 9-3-15 




Era un niño, llamado Jack, de 16 años, que tuvo que ir a la guerra y no le gustaba nada porque era muy peligroso.

Él quería ser francotirador pero sus superiores no le dejaban. Él se puso muy triste.

Al cabo de unas semanas, empezó a practicar para ser francotirador.

Eran días de mucho esfuerzo porque su pueblo estaba en guerra. También, pasaban los meses y el pueblo seguía en guerra; así hasta tres años. Entonces, cuando acabó la guerra tenía 19 años.

Conoció a una enfermera cuando estaba en la guerra, que era de su misma edad y se hicieron muy amigos y, después, muy novios. Él fue a una academia para aprender a ser francotirador. Con el paso del tiempo, mejoró mucho como francotirador; se casó con su novia y tuvieron hijos. Lo destinaron a vivir fuera.

Fue un buen francotirador y lo subieron de categoría. Pero ser francotirador requería mucho esfuerzo. Dedicaba más tiempo a ejercer de francotirador que a atender a sus hijos.

Cuando fue viejecito lo condecoraron con honores y medallas en su pueblo y fue muy feliz el resto de su vida.


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